Ficha de la película: 
Nombre original: Bourne Ultimatum
Director: Paul Greengrass
Guionista: Tony Gilroy, Scott Z. Burns / Basado en la obra homónima de Robert Ludlum
Actores: Matt Damon, Julia Stiles, David Strathaim, Joan Allen, Albert Finney
Duración: 111 minutos
Año: 2007
Productora: Universal Pictures
Nombre original: Bourne Ultimatum
Director: Paul Greengrass
Guionista: Tony Gilroy, Scott Z. Burns / Basado en la obra homónima de Robert Ludlum
Actores: Matt Damon, Julia Stiles, David Strathaim, Joan Allen, Albert Finney
Duración: 111 minutos
Año: 2007
Productora: Universal Pictures
La ¿Última? parte de la saga de Bourne ya se ha estrenado y como forofo de James Bond no he podido evitar ver a la competencia. Que sí, que el argumento es más adulto, que si tiene mejor trasfondo, que si las tollas están fundamentadas... Pero es James Bond y punto.
Como en anteriores entregas, esta película se empieza a distanciar de las pelis de aventuras tipo Bond con su fotografía granulosa e irregular. Hay demasiadas sombras y a veces no se puede ver algunas cosas, aunque he de reconocer que las diferentes ciudades que visita Bourne se diferencian por las tonalidades y la iluminación. Respecto a vestuario, atrezzo, etc... Pues también lo de siempre. Las ciudades muestran algunos sitios reconocibles, pero casi todo transcurre en interiores y los vehículos son (Salvo en New York) bastante cutres, como si Europa no renovara sus coches desde hacia 20 años. También tenemos cosas extrañas como cortes de pelo perfectos en segundos y vestuarios en ocasiones muy parecidos para actores muy parecidos que confunden un poco... Pero sólo son detalles que empañan el conjunto general, no una norma estricta.
Los actores de esta película están en plena forma física y consiguen que eso se note en las peleas, llegando a realizar proezas bastante impactantes y algunas sin especialistas. En el campo interpretativo, impera la ley de no mover la cara, poniendo todos cara de palo, en especial el malo de la película y Jason Bourne. En algunos momentos se espera más expresividad para entender las emociones de los personajes, pero esta no llega y el resultado es que todas las relaciones del protagonista con cualquiera sean ambiguas. Es una pena, porque Matt Damon es un buen actor y sabe hacer otras cosas además de mover una ceja y agarrar una pistola. El único personaje que de verdad me gustó fue el de Julia Stiles, que ha tenido una escalada de protagonismo desde la primera entrega.
El guión intenta (Como el resto de la película) desmarcarse de las películas típicas de espías, pero el argumento es muy simple y lineal, y simplemente sirve para llevar al protagonista desde el punto A al punto B donde se encontrará a un extra con el que zurrarse. No hay casi ningún giro del guión, los personajes (Salvo Bourne) no evolucionan y encima hay cosas que no se explican... Así que, al menos en este aspecto, promete algo que no cumple, y eso es argumento más complejo y adulto. Es una auténtica lástima, porque el guión de la segunda entrega prometía más conspiranoia y aquí se diluye bastante dejando las cosas más mascaditas desde el principio. Aún así, el guión sirve perfectamente como hilo conductor y no da la impresión de forzado. Eso sí, para mi gusto falta un tiroteo de cajón.
Paul Greengrass vuelve a ponerse tras la cámara en esta tercera parte. Las escenas de acción de esta película son muy ingeniosas, sobre todo la de Londres, que es GENIAL. Pero hay un problema, y es que la cámara está muy cerca y no se entiende bien los combates... Tupendo. La verdad es que hay un par de combates muy impactantes y que se entienden perfectamente pese a ese fallo, pero la persecución final por New York es un caos sin sentido y hay varios momentos donde no sabes ni siquiera cuál es el coche del prota y cuál no. El resto de la película son escenas intermedias que unen los combates y se ruedan de una manera muy dinámica, por lo que da una agradable sensación de continuidad, pese a perder en profundidad de personajes. Así que en definitiva, una dirección bastante buena con un fallo que estoy harto de ver en las nuevas películas de acción.
La utilización de la banda sonora de John Powell en esta película debería estudiarse en la escuela, porque es perfecta. La música consigue mantenerte en vilo y va dilatando la tensión durante todo el metraje controlando en todo momento y sin sobrepasarse. La música como tal no es que sea extremadamente buena, pues es un tono repetitivo con algunos matices que cambian dependiendo del país en que se encuentren, pero funciona muy bien. Y además, los efectos de sonido son completos y muy bien definidos. Chapó.
Y el montaje también es cojonudo. La acción está repartida en escenas largas (Alguna, como la de Tánger, quizás demasiado larga) y el ritmo no se resiente en ningún momento. El final no resulta altamente emocionante, pero si consigue dejar satisfecho, y tiene un montaje muy interesante para hacer un buen epílogo corto y preciso.
Así que la saga de Bourne termina de manera más que gratificante, aunque con un ligero resquemor por eso de que no ofrece todo lo que promete, ya que el guión es más simple que el mecanismo de un botijo. Si te gusta la acción frenética, es tu película.
Como en anteriores entregas, esta película se empieza a distanciar de las pelis de aventuras tipo Bond con su fotografía granulosa e irregular. Hay demasiadas sombras y a veces no se puede ver algunas cosas, aunque he de reconocer que las diferentes ciudades que visita Bourne se diferencian por las tonalidades y la iluminación. Respecto a vestuario, atrezzo, etc... Pues también lo de siempre. Las ciudades muestran algunos sitios reconocibles, pero casi todo transcurre en interiores y los vehículos son (Salvo en New York) bastante cutres, como si Europa no renovara sus coches desde hacia 20 años. También tenemos cosas extrañas como cortes de pelo perfectos en segundos y vestuarios en ocasiones muy parecidos para actores muy parecidos que confunden un poco... Pero sólo son detalles que empañan el conjunto general, no una norma estricta.
Los actores de esta película están en plena forma física y consiguen que eso se note en las peleas, llegando a realizar proezas bastante impactantes y algunas sin especialistas. En el campo interpretativo, impera la ley de no mover la cara, poniendo todos cara de palo, en especial el malo de la película y Jason Bourne. En algunos momentos se espera más expresividad para entender las emociones de los personajes, pero esta no llega y el resultado es que todas las relaciones del protagonista con cualquiera sean ambiguas. Es una pena, porque Matt Damon es un buen actor y sabe hacer otras cosas además de mover una ceja y agarrar una pistola. El único personaje que de verdad me gustó fue el de Julia Stiles, que ha tenido una escalada de protagonismo desde la primera entrega.
El guión intenta (Como el resto de la película) desmarcarse de las películas típicas de espías, pero el argumento es muy simple y lineal, y simplemente sirve para llevar al protagonista desde el punto A al punto B donde se encontrará a un extra con el que zurrarse. No hay casi ningún giro del guión, los personajes (Salvo Bourne) no evolucionan y encima hay cosas que no se explican... Así que, al menos en este aspecto, promete algo que no cumple, y eso es argumento más complejo y adulto. Es una auténtica lástima, porque el guión de la segunda entrega prometía más conspiranoia y aquí se diluye bastante dejando las cosas más mascaditas desde el principio. Aún así, el guión sirve perfectamente como hilo conductor y no da la impresión de forzado. Eso sí, para mi gusto falta un tiroteo de cajón.
Paul Greengrass vuelve a ponerse tras la cámara en esta tercera parte. Las escenas de acción de esta película son muy ingeniosas, sobre todo la de Londres, que es GENIAL. Pero hay un problema, y es que la cámara está muy cerca y no se entiende bien los combates... Tupendo. La verdad es que hay un par de combates muy impactantes y que se entienden perfectamente pese a ese fallo, pero la persecución final por New York es un caos sin sentido y hay varios momentos donde no sabes ni siquiera cuál es el coche del prota y cuál no. El resto de la película son escenas intermedias que unen los combates y se ruedan de una manera muy dinámica, por lo que da una agradable sensación de continuidad, pese a perder en profundidad de personajes. Así que en definitiva, una dirección bastante buena con un fallo que estoy harto de ver en las nuevas películas de acción.
La utilización de la banda sonora de John Powell en esta película debería estudiarse en la escuela, porque es perfecta. La música consigue mantenerte en vilo y va dilatando la tensión durante todo el metraje controlando en todo momento y sin sobrepasarse. La música como tal no es que sea extremadamente buena, pues es un tono repetitivo con algunos matices que cambian dependiendo del país en que se encuentren, pero funciona muy bien. Y además, los efectos de sonido son completos y muy bien definidos. Chapó.
Y el montaje también es cojonudo. La acción está repartida en escenas largas (Alguna, como la de Tánger, quizás demasiado larga) y el ritmo no se resiente en ningún momento. El final no resulta altamente emocionante, pero si consigue dejar satisfecho, y tiene un montaje muy interesante para hacer un buen epílogo corto y preciso.
Así que la saga de Bourne termina de manera más que gratificante, aunque con un ligero resquemor por eso de que no ofrece todo lo que promete, ya que el guión es más simple que el mecanismo de un botijo. Si te gusta la acción frenética, es tu película.
Ambientación: 8
Actuación: 5
Guión: 6
Dirección: 7
Música: 10
Montaje: 9
Puntuación final: 7.5
Actuación: 5
Guión: 6
Dirección: 7
Música: 10
Montaje: 9
Puntuación final: 7.5
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