Ficha de la película: 
Nombre original: Revolutionary Road
Director: Sam Mendes
Guionista: Justin Haythe / Basado en la obra homónima de Richard Yates
Actores: Leonardo DiCaprio, Kate Winslet, Kathy Bates, Dylan Baker
Duración: 119 minutos
Año: 2008
Productora: DreamWorks Pictures
La mal llamada Titanic 2 vuelve a unir a los dos protagonistas de tan mítica película para realizar una historia de amor muy diferente a la anterior. Basada en una novela medianamente famosa en Estados Unidos y con un montón de buenos nombres en la ficha técnica, es una película que promete.
Los actores son la piedra angular de la película, sobre todo la pareja central, que aparece en pantalla un 99% del tiempo. Los dos están genial (los dos lo bordan) y demuestran mucha química. Así mismo, los secundarios se compenetran muy bien en la historia y sus pequeñas tramas tienen lo justo de interesantes para que les cojas cariño.
El guión es suficientemente interesante, pero cojea a la hora de intercalar las tramas secundarias, que me parecen algo tangenciales, sin verse mucha interacción con la principal. Aún así, son tramas interesantes y de lento desarrollo, aunque bien desplazadas en el tiempo. Diálogos interesantes y giros medianamente sorprendentes hacen de este guión algo a tener muy en cuenta, aunque se pueda hacer raro en algunos momentos.
El director, como suele ser habitual en él, plantea un mundo bello en apariencia, pero que poco a poco se va transformando sutilmente. La sutileza es, casi, el leit-motive de la película, ya que casi todos los cambios son internos, aunque se muestran perfectamente gracias al mimo que pon Sam Mendes en cada plano. Todo avanza lenta pero progresivamente hasta el apoteósico final que no deja indiferente.
Los efectos sonoros son muy pocos, pero hablan perfectamente. Es un mundo perfecto, donde hasta los objetos intentan hacer menos ruido al caer para no molestar (aunque quizás falte alguno que otro). La música, por su parte, ayuda a crear ese ambiente y a mover ligeramente el ángulo de vista, fusionándose con las imágenes.
El ritmo de la película es exacto como un reloj. Ni suba ni baja, sino que se mantiene estable durante todo el metraje, lo cuál se agradece hasta que llega ese final y... sabe a poco. Hay algunos parones de ritmo poco naturales, pero lo cierto es que funciona casi siempre.
Concluyendo, es una buena película con un trabajo actoral realmente bueno y un concepto muy interesante para una película. Quizás le falte algo que le quite ese regusto "sosote" que inunda la película, con demasiada limpieza. Aún así, es una buena película que NO es Titanic 2.
Nombre original: Revolutionary Road
Director: Sam Mendes
Guionista: Justin Haythe / Basado en la obra homónima de Richard Yates
Actores: Leonardo DiCaprio, Kate Winslet, Kathy Bates, Dylan Baker
Duración: 119 minutos
Año: 2008
Productora: DreamWorks Pictures
La mal llamada Titanic 2 vuelve a unir a los dos protagonistas de tan mítica película para realizar una historia de amor muy diferente a la anterior. Basada en una novela medianamente famosa en Estados Unidos y con un montón de buenos nombres en la ficha técnica, es una película que promete.
Los actores son la piedra angular de la película, sobre todo la pareja central, que aparece en pantalla un 99% del tiempo. Los dos están genial (los dos lo bordan) y demuestran mucha química. Así mismo, los secundarios se compenetran muy bien en la historia y sus pequeñas tramas tienen lo justo de interesantes para que les cojas cariño.
El guión es suficientemente interesante, pero cojea a la hora de intercalar las tramas secundarias, que me parecen algo tangenciales, sin verse mucha interacción con la principal. Aún así, son tramas interesantes y de lento desarrollo, aunque bien desplazadas en el tiempo. Diálogos interesantes y giros medianamente sorprendentes hacen de este guión algo a tener muy en cuenta, aunque se pueda hacer raro en algunos momentos.
El director, como suele ser habitual en él, plantea un mundo bello en apariencia, pero que poco a poco se va transformando sutilmente. La sutileza es, casi, el leit-motive de la película, ya que casi todos los cambios son internos, aunque se muestran perfectamente gracias al mimo que pon Sam Mendes en cada plano. Todo avanza lenta pero progresivamente hasta el apoteósico final que no deja indiferente.
Los efectos sonoros son muy pocos, pero hablan perfectamente. Es un mundo perfecto, donde hasta los objetos intentan hacer menos ruido al caer para no molestar (aunque quizás falte alguno que otro). La música, por su parte, ayuda a crear ese ambiente y a mover ligeramente el ángulo de vista, fusionándose con las imágenes.
El ritmo de la película es exacto como un reloj. Ni suba ni baja, sino que se mantiene estable durante todo el metraje, lo cuál se agradece hasta que llega ese final y... sabe a poco. Hay algunos parones de ritmo poco naturales, pero lo cierto es que funciona casi siempre.
Concluyendo, es una buena película con un trabajo actoral realmente bueno y un concepto muy interesante para una película. Quizás le falte algo que le quite ese regusto "sosote" que inunda la película, con demasiada limpieza. Aún así, es una buena película que NO es Titanic 2.
Ambientación: 7
Actuación: 8
Guión: 7
Dirección: 9
Música: 8
Montaje: 7
Puntuación final: 7.6
Actuación: 8
Guión: 7
Dirección: 9
Música: 8
Montaje: 7
Puntuación final: 7.6
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