El Ilusionista

Ficha de la película:

Nombre original: The Illusionist
Director: Neil Burger
Guionista: Neil Burger/ Basado en el relato corto Eisenheim the Illusionist de Steven Millhauser
Actores: Edward Norton, Paul Giamatti, Jessica Biel, Rufus Sewell

Duración: 110 minutos
Año: 2006
Productora: Yari Film Group Releasing.

El cine americano no nos sorprende nunca. Tiene reglas que nunca se rompen. Una de las más antiguas es que las películas de éxito vienen a pares. Deep Impact y Armaggeddon, Volcano y Un pueblo llamado Dante’s Peak, Shrek y Monstruos S.A., Snakes on a plane, Snakes on a train, etc… Cuando una gran compañía anuncia una producción que llama la atención como The Prestige, aparece por esporo génesis una película “independiente” con temática parecida como es El Ilusionista ¿Es una simple película para rascar el bolsillo a los impacientes o es algo más?

La producción es muy buena, lo que se traduce en una ambientación muy, muy lograda. Los trajes, las localizaciones, las maneras de comportarse, la caracterización. Todo muy bien logrado. Bueno, todo no. Hay un pequeño gran problema cuando se rueda en exteriores para hacer escenas antiguas. Y es que no todo es igual. En esta película todo está demasiado limpio. La ciudad y los personajes. Eso le resta algo de credibilidad, pero a la vez le da esa atmósfera mágica de película antigua (Atmósfera acentuada por la maravillosa fotografía y esas cortinillas que hoy por hoy sólo utiliza George Lucas). Un apartado muy bien conseguido. Incluso el fuego es bonito (Casi siempre).

Los actores están maravillosos. Y digo actores porque Jessica Biel es más seca que una almendra. Paul Giamatti hace un estupendo papel, que en determinados momentos supera al propio Edward Norton (Es un problema de guión, pues por hacerle parecer misterioso, pierde complicidad con el espectador). Norton demuestra que puede llenar cualquier escenario acompañado solamente de una silla, sólo con un gesto. Impresionante. Es una auténtica pena que Jessica Biel no sepa responder como dios manda en pantalla, porque estropea unas cuantas escenas. Pero el trabajo de todos los actores cumple con lo que esperaba de ellos (Y eso que Edward Norton es mi actor favorito).

Últimamente a muchos escritores les da por contar primero el final y luego hacer una película-flashback. Pues vale, es una manera de enganchar al principio ¡¡Pero sed consecuentes, pardiez!! Odio cuando empieza la película con narrador y, cuando han presentado los personajes, ya no existe narrador. Algunas cosas de las que se cuenta en la película es imposible que las supiera el narrador, por mucho que reconstruyera los hechos perfectamente al final, pero se cuentan sin importar. Pasa mucho, y se debe a que el guionista utiliza el recurso que más le conviene en cada momento, sin importale el resto de factores. Quitando este (Para mí) grave error, es un buen guión, al estilo Sospechosos Habituales. El final es una buena sorpresa, que no me esperaba y las líneas de texto de cada personaje hacen que se perfilen perfectamente todos los personajes y puedas tener empatía con todos ellos. Tiene buenas conversaciones e interesantes debates filosóficos (“Él viene a engañaros. Yo a instruiros ¿Quién es más loable en su intención?”). Incluso tengo un debate moral conmigo mismo por el último giro de tuerca de la trama, pues cambia radicalmente la forma de actuar durante todo el metraje de uno de los personajes principales (No desvelo cuál, para no spoilear) que resulta fascinante. Hace pensar, lo cuál es bueno.

La labor del director es bastante buena. El típico y tópico polvo de la película está muy bien dirigido, la cámara se mueve con elegancia por todo el entorno utilizando muchos recursos tanto modernos como antiguos, fundiéndolos con suavidad. Los actores dan lo mejor de ellos mismos y la estética se mantiene. Consigue hacer que te olvides de cosas más importantes para que te centres en otros aspectos más estéticos y disfrutes del film, como en un buen truco de magia. Pero no todo iba a ser elogios (Que nos conocemos, leñe), utiliza algunos recursos bastante burdos, como las irritantes voces de los espectadores explicando hasta el último ápice de cada truco y se echa de menos en muchas ocasiones tener una visión más global de lo que ocurre, pues casi siempre tenemos el punto de vista del emperador o del ilusionista (Cosa curiosa, pues quien cuenta la historia no es ninguno de los dos) y así poder ver como reacciona el pueblo a todo lo que ocurre, pues parece que el pueblo sólo se envalentona en el teatro.

La banda sonora es bastante acertada, aunque un poco repetitiva y, en ocasiones, estridente. Se utiliza muy puntualmente, lo cuál ayuda a crear la atmósfera. Es un apartado no cuidado en exceso, pero bien conseguido.

El montaje es lo suficientemente bueno para no aburrir, pero demasiado malo para no impresionar. Se mantiene en un cómodo estado intermedio que termina cansando hacia la mitad de la película. Un poco de vidilla al metraje de vez en cuando le vendría bien, sinceramente.

En definitiva, una buena película si te gusta la magia y el regustillo de no saber nunca si es real o no lo que ves. Si eres seguidor de alguno de los actores, también te lo recomiendo. Si tienes ganas de ver The Prestige, quítate un poco el mono con esta película. Para los demás, es una buena película y no creo que os vaya a defraudar.

Ambientación: 9
Actuación: 9
Guión: 7
Dirección: 8
Música: 7
Montaje: 6

Puntuación final: 7.6