Las Brujas de Zugarramurdi

Ficha de la película:

Nombre original: -
Director: Alex de la Iglesia
Guionista: Alex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Actores: Hugo Silva, Mario Casas, Jaime Ordóñez, Carolina Bang, Carmen Maura, Terele Pávez

Duración: 112 minutos
Año: 2013
Productora: Enrique Cerezo Producciones.

Lo nuevo de Alex de la Iglesia nos recuerda tanto a El Día de la Bestia que es imposible hablar de una sin mencionar la otra. Sobre todo porque pronunciar el título de la nueva es harto difícil. Y lo cierto es que, al menos en espíritu, esta película parece una segunda parte con mucho más presupuesto y mil millones de cameos.

Bueno, vamos al tajo. La Brujas de Zugarramurdi empieza con un ritmo trepidante, una escena gloriosa de acción y comedia costumbrista y una presentación totalmente ridícula de unos personajes igualmente ridículos. Lo cuál, directamente, te lleva a preguntarte ¿Cómo COÑO van a mantener este ritmo y esta escalada de absurdeces?

Pues no sé muy bien cómo, pero lo hacen. Los personajes poco a poco se van colocando en sus lugares y se van acercando peligrosamente a Zugarramurdi, donde la verdadera acción les espera como agua de mayo. Los chistes van cada vez a más (más obscenos, más machistas, más bizarros) y las escenas de acción acompañan esa crecida de tensión. Todo amenaza con estallar de un momento a otro, se resquebrajan las paredes, se resquebrajan los personajes hasta... que llega la secuencia final dentro de la cueva de las brujas.

Bueno, esta escena dura demasiado, es demasiado caótica y, en general, mal terminada. Tiene ideas muy buenas mal desarrolladas y personajes que llegan tan al límite que no se mantienen. Una auténtica lástima. Un broche de latón para una película de oro.

En general, y como ya digo, la peli es tan bizarra y caótica que se quedan muchos flecos sueltos. Puntos endebles del guión, decisiones absurdas, personajes que sobran o no se explican, etc. También, por ser tan bizarra y caótica, consigue que eso no importe gran cosa. La peli sigue adelante, y tú con ella, arrastrado por la risa y el jolgorio generalizado.

Una de las cosas que más aportan a la película es lo volcados que están los actores en sus papeles. Todos dan su toque especial a sus personajes absurdos y planos y consigue que te intereses por ellos más de lo que el guión en general propone. Todos funcionan bien y son fácilmente localizables en el maremágnum de tonterías sin sentido.

En definitiva, una grandísima película que hay que ver. Incluso a pesar de ese final tan chusco.

Puntuación final: 8