Ficha de la película: 
Nombre original: Taken
Director: Pierre Morel
Guionista: Luc Besson, Robert Mark Kamen
Actores: Liam Neeson, Maggie Grace, Famke Janssen, Xander Berkeley
Duración: 93 minutos
Año: 2008
Productora: Europa Corp.
La premisa es simple: Un ex-agente del gobierno ve como su hija es secuestrada y decide tomar cartas en el asunto. Un señor le dice que tiene un plazo de 96 horas antes de darla por perdida, así que se va a París y empieza a romper cabezas.
La ambientación, demasiado oscura, es algo secundario. París parece París y es reconocible en algunos puntos, pero tampoco es nada del otro jueves. La caracterización de los personajes está más o menos conseguida, aunque los mafiosos parecen clones de sí mismos. Eso sí, las heridas, sangre y demás guarradas están bien conseguidas.
Liam Neeson hace un papel muy bueno de padre cabronazo desesperado. La verdad es que el 95% de la película es él, porque el resto de secundarios aparecen 2 o 3 minutos cada uno. Neeson tiene carisma suficiente para llenar la pantalla y crea a su Jason Bourne particular, con poco texto, poco movimiento facial, pero expresando todo lo que debe.
El guión es una chorrada. Todo parte de una premisa muy simple pero con muchas posibilidades que se pierden en el transcurso de la acción. El guión termina llevando a Liam Neeson de un malo al siguiente, zurrando gente por el camino. Algunos de esos contactos tienen razón de ser, pero otros están cogidos con pinzas o, directamente, no tienen puto sentido. Lo divertido del asunto es ver cómo el prota lidia con todas esas situaciones al más puro estilo Jack Bauer, pero más cafre.
El director, pese a poner la cámara demasiado cerca en las peleas, consigue generar unas adrenalíticas escenas de pelea. La presentación de personajes es, aunque con trazos amplios, efectiva. La narración es la adecuada y la forma de mostrar como consigue los datos, aunque no sea muy original, sí que es interesante.
Los efectos sonoros de la película son bastante malos, ya que parecen hechos por un tío armado con una cacerola y un silbato. Además, la música tampoco deja este apartado en un buen lugar, ya que, aunque ayuda a crear ambiente, no deja su huella en ningún sitio y es demasiado igual siempre.
El montaje es interesante. La ¿trama? avanza rápidamente sin problemas, las escenas de acción están bien repartidas y más o menos se entiende los movimientos del prota por la ciudad. El problema es que crea un ritmo muy alto al principio y al final le cuesta un poco mantenerlo. Tampoco es que pierda mucho fuelle, y la verdad es que la adrenalina continúa fluyendo hasta el final, de todas formas.
Lo dicho, una buena película de acción para entretenerse una tarde sin pensar mucho en nada que no sean hostias como panes y un justiciero pasado de vueltas. Si no te la tomas en serio, puedes disfrutarla perfectamente.
Nombre original: Taken
Director: Pierre Morel
Guionista: Luc Besson, Robert Mark Kamen
Actores: Liam Neeson, Maggie Grace, Famke Janssen, Xander Berkeley
Duración: 93 minutos
Año: 2008
Productora: Europa Corp.
La premisa es simple: Un ex-agente del gobierno ve como su hija es secuestrada y decide tomar cartas en el asunto. Un señor le dice que tiene un plazo de 96 horas antes de darla por perdida, así que se va a París y empieza a romper cabezas.
La ambientación, demasiado oscura, es algo secundario. París parece París y es reconocible en algunos puntos, pero tampoco es nada del otro jueves. La caracterización de los personajes está más o menos conseguida, aunque los mafiosos parecen clones de sí mismos. Eso sí, las heridas, sangre y demás guarradas están bien conseguidas.
Liam Neeson hace un papel muy bueno de padre cabronazo desesperado. La verdad es que el 95% de la película es él, porque el resto de secundarios aparecen 2 o 3 minutos cada uno. Neeson tiene carisma suficiente para llenar la pantalla y crea a su Jason Bourne particular, con poco texto, poco movimiento facial, pero expresando todo lo que debe.
El guión es una chorrada. Todo parte de una premisa muy simple pero con muchas posibilidades que se pierden en el transcurso de la acción. El guión termina llevando a Liam Neeson de un malo al siguiente, zurrando gente por el camino. Algunos de esos contactos tienen razón de ser, pero otros están cogidos con pinzas o, directamente, no tienen puto sentido. Lo divertido del asunto es ver cómo el prota lidia con todas esas situaciones al más puro estilo Jack Bauer, pero más cafre.
El director, pese a poner la cámara demasiado cerca en las peleas, consigue generar unas adrenalíticas escenas de pelea. La presentación de personajes es, aunque con trazos amplios, efectiva. La narración es la adecuada y la forma de mostrar como consigue los datos, aunque no sea muy original, sí que es interesante.
Los efectos sonoros de la película son bastante malos, ya que parecen hechos por un tío armado con una cacerola y un silbato. Además, la música tampoco deja este apartado en un buen lugar, ya que, aunque ayuda a crear ambiente, no deja su huella en ningún sitio y es demasiado igual siempre.
El montaje es interesante. La ¿trama? avanza rápidamente sin problemas, las escenas de acción están bien repartidas y más o menos se entiende los movimientos del prota por la ciudad. El problema es que crea un ritmo muy alto al principio y al final le cuesta un poco mantenerlo. Tampoco es que pierda mucho fuelle, y la verdad es que la adrenalina continúa fluyendo hasta el final, de todas formas.
Lo dicho, una buena película de acción para entretenerse una tarde sin pensar mucho en nada que no sean hostias como panes y un justiciero pasado de vueltas. Si no te la tomas en serio, puedes disfrutarla perfectamente.
Ambientación: 7
Actuación: 8
Guión: 4
Dirección: 8
Música: 5
Montaje: 8
Puntuación final: 6.6
Actuación: 8
Guión: 4
Dirección: 8
Música: 5
Montaje: 8
Puntuación final: 6.6
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